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Según un estudio, las bebidas azucaradas podrían aumentar el riesgo de hipertensión

Los refrescos y bebidas de frutas azucarados parecen estar relacionados con un mayor riesgo de presión arterial alta entre los adultos, sugiere un estudio reciente.

El equipo de investigación señala que tanto la glucosa como la fructosa que se encuentran en esas bebidas están implicadas en la relación.

Los hallazgos «sugieren que los individuos que consumen más refrescos y otras bebidas azucaradas podrían tener niveles de presión arterial más altos que los que consumen menos», afirmó el autor Ian J. Brown, asociado de investigación del departamento de epidemiología y bioestadística de la Facultad de salud pública del Colegio Imperial de Londres. «Y el problema podría agravarse con una alta ingesta de sal, una causa importante de hipertensión de por sí».

«También encontramos que los hombres y mujeres que consumían una o más bebidas azucaradas al día tendían a tener más peso, consumir más calorías y tener dietas menos sanas que los que no las consumían», añadió Brown.

Brown y colegas informaron sobre sus hallazgos en la edición del 28 de febrero de Hypertension.

Para explorar el potencial de una relación entre las bebidas azucaradas y la presión arterial alta, los autores analizaron los patrones de consumo de casi 2,700 hombres y mujeres estadounidenses y británicos que tenían entre 40 y 59 años de edad.

Se completaron diarios de dieta que cubrían los alimentos, los azúcares, las bebidas azucaradas y las bebidas de dieta durante un periodo de cuatro días por cada participante del estudio. También completaron cuestionarios detallados que se enfocaban en una variedad de factores de vida, médicos y sociales. Se tomaron muestras de orina y lecturas de presión arterial durante todo el periodo del estudio.

El equipo observó que los que bebían más de una bebida azucarada al día tenían el consumo de azúcar más alto (ya fuera glucosa, fructosa o sacarosa) y el consumo calórico más elevado, con un promedio de 400 calorías adicionales al día.

Los que bebían más de una bebida azucarada al día también registraron índices de masa corporal (IMC) más altos que el promedio, en comparación con los que no las bebían, lo que sugiere que los que consumían esas bebidas también consumían alimentos menos saludables.

En cuanto a la presión arterial, por cada porción (355 mililitros) de bebida azucarada consumida al día, hubo un aumento significativo en las lecturas sistólica y diastólica (+1.6 y +0.8, respectivamente), incluso tras ajustar el IMC.

Además, la asociación entre beber bebidas azucaradas y tener una presión arterial más alta pareció ser aún más potente entre los que también tenían una alta ingesta dietética de sodio.

Sin embargo, beber una bebida de dieta en realidad se relacionó con un ligero descenso en la presión arterial (aunque este hallazgo no llegó a la «significación estadística»), mientras que la cafeína no pareció tener impacto sobre la presión arterial.

«El consumo de bebidas azucaradas se ha relacionado con el riesgo de hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiaca», apuntó Brown. «Así que sugerimos que si los individuos desean beber esas bebidas, lo hagan sólo con moderación».

Para los que desean seguir las directrices de la American Heart Association, Brown señaló que una cantidad moderada se traduciría en aproximadamente tres latas de doce onzas por semana para individuos que consumen rutinariamente unas 2,000 calorías diarias.

Aconsejó que «aún mejor sería elegir alternativas sanas para el corazón como el agua y el té sin azúcar».

El Dr. Sahil Parikh, cardiólogo del Instituto del Corazón y Vascular Harrington-McLaughlin del Centro Médico Case de los Hospitales Universitarios, en Cleveland, dijo que los hallazgos «están en línea con el tipo de sentido común que una madre proveería».

«Hace mucho que sabemos que las bebidas azucaradas son malas para la salud, porque tienen muchas calorías vacías», comentó. «Pero lo que da importancia a este estudio es que sugiere que más allá de hacer que uno engorde, estas bebidas también provocan hipertensión, que puede aumentar la incidencia de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular».

«Ahora necesitaremos estudios futuros para comprender cómo funciona», añadió Parikh, «porque aunque estos datos muestran una asociación bastante clara entre las bebidas azucaradas y la presión arterial alta, no sugieren definitivamente una relación mecanicista».

«Dicho esto, como cardiólogo mi preocupación es cómo minimizamos nuestros factores de riesgo para eventos cardiovasculares», continuó. «Y sabemos que la forma de hacerlo es evitar el uso de tabaco y la obesidad. Así que hasta donde se puede controlar la ingesta calórica, eliminar las bebidas azucaradas realmente no tiene ningún punto negativo. Son calorías vacías de valor limitado. ¿Por qué no hacerlo?».

En respuesta a los más recientes hallazgos, la Asociación Estadounidense de Bebidas emitió una declaración el lunes diciendo que aunque la presión arterial alta es «una preocupación grave de salud», el estudio actual «no establece ni puede establecer que beber bebidas azucaradas cause hipertensión de alguna forma».

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Ian J. Brown, Ph.D., research associate, department of epidemiology and biostatistics, School of Public Health, Imperial College London; Sahil Parikh, M.D., cardiologist, Harrington-McLaughlin Heart and Vascular Institute, University Hospital’s Case Medical Center, Cleveland; Feb. 28, 2011, statement, American Beverage Association; Feb. 28, 2011, Hypertension

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