Investigadores señalan que la incidencia de los cánceres de colon, recto e hígado es mayor en personas diabéticas.
La diabetes ya se relaciona con una serie de complicaciones, y evidencia emergente sugiere que también se puede añadir a la lista un mayor riesgo de cáncer.
Un estudio reciente halla que las mujeres diabéticas tenían un riesgo 8 por ciento más alto de desarrollar cáncer en general, mientras que los hombres diabéticos tenían un riesgo 9 por ciento más alto cuando se excluían del cálculo las tasas de cáncer de próstata.
El riesgo de morir por cáncer también era mayor entre las personas diabéticas, 11 por ciento más alto para las mujeres y 17 por ciento más alto para los hombres.
«Utilizamos una cohorte prospectiva para evaluar la relación entre la diabetes y el riesgo de cáncer», apuntó el autor principal del estudio Gabriel Lai, asociado de prevención del cáncer del Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. «La diabetes se relacionó con un riesgo 8 por ciento mayor de cáncer en las mujeres y hubo un patrón similar en los hombres, salvo para el cáncer de próstata», señaló Lai.
Por razones que aún no están claras, la diabetes se relacionó de hecho con una menor incidencia de cáncer de próstata en los hombres, según el estudio. Cuando se incluyeron en la mezcla las tasas de cáncer de próstata, las probabilidades de cáncer entre los hombres diabéticos se redujeron por lo general en cuatro por ciento.
Pero una vez se excluían las estadísticas de los tumores de próstata, se encontró que el riesgo de cáncer entre los hombres diabéticos aumentaba en 9 por ciento en general, en comparación con los hombres que no tenían diabetes.
Lai tenía previsto presentar los hallazgos del estudio el domingo en la reunión de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer en Orlando, Florida. La investigación que se presenta en las reuniones se considera preliminar hasta que se publique en una revista revisada por colegas.
El estudio incluyó datos del Estudio de la Salud y la Dieta de los Institutos Nacionales de Salud y la AARP en el que participaron 295,287 hombres y 199,665 mujeres de ocho estados (California, Florida, Georgia, Luisiana, Michigan, Carolina del Norte, Nueva Jersey y Pensilvania).
Los propios participantes informaron que tenían diabetes, pero no especificaron si tenían diabetes tipo 1 o 2. Sin embargo, Lai apuntó que en esta población, es probable que la mayoría tuviera la tipo 2, la forma más común. Además, los investigadores no pudieron evaluar el control de la diabetes ni los diferentes medicamentos, ya que estos datos no se incluyeron en el estudio inicial.
Tras 11 años de seguimiento, 55,888 hombres y 26,364 mujeres desarrollaron cáncer.
El riesgo de cáncer de hígado aumentó en más de dos veces entre las personas diabéticas, según el estudio. El riesgo de cáncer rectal aumentó en 28 por ciento entre las personas diabéticas y el riesgo de cáncer de colon en 15 por ciento.
En los hombres, el riesgo de cáncer de páncreas y de vejiga aumentó entre los que tenía diabetes. En las mujeres, el riesgo de cáncer de estómago, ano y de cuello uterino era mayor entre las diabéticas.
No se encontró ninguna relación entre los cánceres de pulmón, piel y otros tipos de cánceres y la diabetes en este estudio.
Lai apuntó que aún no está claro qué mecanismo podría estar detrás de este aumento en el riesgo, pero señaló que hay muchas posibilidades. «Es importante que se realicen más estudios», agregó.
El Dr. Joel Zonszein, director del centro clínico de diabetes del Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York, coincidió en que podrían haber varias causas. «Hay tantos factores de riesgo para el cáncer. ¿Es la forma en que comen, la inactividad, el nivel socioeconómico? Realmente no sabemos cuál es la causa», apuntó.
Pero agregó que «las personas que tienen diabetes deben ser conscientes de que están en mayor riesgo de ciertos cánceres y de que tienen que ser evaluadas para detectar dichos cánceres. También, factores de riesgo modificables como fumar deben dejarse de lado».
Lai recomendó hacer cambios en el estilo de vida como seguir una dieta sana y hacer ejercicio para prevenir la diabetes y el cáncer. «Hay muchos factores de riesgo que son muy similares entre ambas enfermedades. Quizá evitar la diabetes sea incluso mejor para evitar el riesgo de cáncer. En general, hay una serie de beneficios que se derivan de evitar la diabetes, tales como la posibilidad de reducir la morbilidad y mortalidad del cáncer», dijo.
Otro estudio, que también tenía su presentación prevista para la reunión de la AACR, relacionó el síndrome metabólico con un mayor riesgo de cáncer de hígado. Alguien con síndrome metabólico tiene tres o más de las siguientes afecciones: presión arterial alta, circunferencia elevada de la cintura, triglicéridos altos, mayores niveles de azúcar en sangre en ayunas y bajos niveles de colesterol HDL (el bueno).
Se sabe que las personas que tienen esta afección están en mayor riesgo de enfermedad cardiaca, pero el nuevo estudio, que analizó más de 4,000 personas que tenían cáncer de hígado y los comparó con cerca de 200,000 personas que no tenían cáncer, encontró que las personas con síndrome metabólico eran aún más propensas a desarrollar cáncer de hígado.
El estudio encontró que el 37.1 por ciento de las personas que padecían un tipo de cáncer de hígado llamado carcinoma hepatocelular tenían síndrome metabólico, mientras que sólo el 17.1 por ciento de los que no tenían cáncer de hígado tenían síndrome metabólico. Cerca del 30 por ciento de las personas que tenían otro tipo de cáncer de hígado llamado carcinoma intrahepático tenían síndrome metabólico.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Gabriel Lai, Ph.D., cancer prevention fellow, U.S. National Cancer Institute, Bethesda, Md.; Joel Zonszein, M.D., director, Clinical Diabetes Center, Montefiore Medical Center, New York City; April 3, 2011 presentation, American Association for Cancer Research, Orlando, Fla.