Una investigación reciente sugiere una relación entre la exposición de las mujeres a insecticidas domésticos, incluidos los que acaban con cucarachas y mosquitos, y trastornos autoinmunes como la artritis reumatoide y el lupus.
Investigaciones anteriores han relacionado los pesticidas agrícolas con un mayor riesgo de artritis reumatoide y lupus, dos enfermedades en las que el sistema inmunológico se descontrola y empieza a atacar el cuerpo. Los agricultores, entre otros, parecen ser vulnerables.
Parks y sus colegas querían averiguar si las pequeñas dosis de insecticidas, como los que las personas se podrían encontrar en sus casas, ya sea de uso personal o comercial, podrían tener un efecto similar.
Los investigadores examinaron los datos de un estudio previo de casi 77,000 mujeres posmenopáusicas de 50 a 79 años. Sus hallazgos fueron presentados este lunes en la reunión científica anual del American College of Rheumatology en Filadelfia.
Las mujeres que informaron que rociaban o mezclaban insecticidas, casi la mitad, estaban en mayor riesgo de desarrollar dos trastornos autoinmunes en comparación con las mujeres que no usaban insecticidas. Esto fue así independientemente de que hubieran o no vivido en una granja. Las que más usaron o mezclaron insecticidas, según la frecuencia o duración, tenían el doble de riesgo.