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Cambios alimentarios también mejoran el colesterol en adultos

NUEVA YORK (Reuters Health) – Los adultos mayores pueden bajar su colesterol si modifican la cantidad de grasa que ingieren, aunque estén usando estatinas, según sugirió un nuevo estudio.

La recomendación tradicional es tener una alimentación saludable y hacer ejercicio para controlar el colesterol y los triglicéridos (otro tipo de grasa en sangre). Pero existen pocos estudios sobre cuán bien responden a esos cambios el colesterol y los triglicéridos en los adultos mayores.

En el nuevo estudio, los autores analizaron los efectos de la reducción del consumo de grasa en 900 adultos australianos mayores de 49 años, controlados durante 10 años. Al inicio, el 5 por ciento tomaba un fármaco para el colesterol, en general, una estatina, y una década después, lo hacía el 25 por ciento.

El equipo halló que en las personas que disminuyeron el consumo de manteca y de grasas saturadas en general, los niveles totales de colesterol bajaron, sin importar si tomaban una estatina.

Al mismo tiempo, el colesterol HDL o «bueno» aumentó cuando los participantes empezaron a comer más pescado y ácidos grasos omega 3, que son grasas insaturadas saludables presentes en pescados como el salmón y la caballa. En esos participantes bajó también el nivel de triglicéridos.

Esto demuestra que los adultos mayores pueden mejorar su salud cardíaca si eligen grasas «buenas», aseguró Anette E. Buyken, del Instituto de Investigación de Nutrición Infantil, en Dortmund, Alemania.

Lo más importante, indicó la autora a Reuters Health, es que los «beneficios de reducir la grasa saturada y aumentar la grasa omega 3 son los mismos si se toman o no estatinas».

La variación en los niveles de colesterol y triglicéridos con cada cambio en la dieta fue sorprendente.

Por ejemplo, por cada 1 por ciento más de consumo de omega 3, el colesterol HDL subió 2,5 miligramos por decilitro (mg/dL). Un HDL por debajo de 40 mg/dL es considerado un factor de riesgo cardíaco, mientras que por encima de 60 mg/dL es un nivel óptimo.

Buyken señaló que los efectos de cada cambio se suman si, por ejemplo, una persona reduce la manteca y cambia las carnes rojas, una fuente de grasa saturada, por pescados ricos en omega 3.

Además, los alimentos saludables tienen beneficios que van más allá del colesterol. Las grasas omega 3 están asociadas con la disminución del riesgo de desarrollar otros problemas en los adultos mayores, como la pérdida de visión vinculada con la edad y la demencia.

La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que los adultos ingieran menos del 7 por ciento de sus calorías diarias de grasa saturada y que coman dos porciones de pescado por semana, en especial, ricos en omega 3.

FUENTE: Journal of Nutrition, enero del 2010.

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