Los sobrevivientes de cáncer que consumen una dosis saludable de grasas omega-3, las cuales se encuentran ampliamente en los pescados grasos como el salmón y el atún, tendrían una cantidad extra de energía a lo largo del día que los ayudaría a lidiar con la fatiga, indica un estudio realizado en Estados Unidos.
Muchas personas tratadas por cáncer padecen fatiga incluso años después de haber finalizado su terapia. Y si bien hay evidencia de que buenos hábitos de sueño y ejercicio regular pueden ser útiles, se necesitan otras opciones, señalaron los expertos, cuyo estudio aparece en Journal of Clinical Oncology.
Se desconoce qué es exactamente lo que provoca fatiga a largo plazo en algunos sobrevivientes de cáncer, pero hay evidencia de que la inflamación crónica en el cuerpo jugaría algún papel, dijo Rachel Ballard-Barbash, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, quien trabajó en el estudio.
«Los resultados relacionan una mayor ingesta de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 con una reducción de la inflamación y menores aspectos físicos de fatiga», escribieron Ballard-Barbash y colegas.
Se cree que las grasas omega-3 alivian la inflamación y la investigación sugiere que eso es especialmente cierto si estos ácidos reemplazan algunos omega-6, que son una gran porción de la alimentación típica estadounidense.
Las grasas omega-6 se encuentran en la margarina, los aceites vegetales y en una serie de «snacks» y dulces y en la comida rápida. Se considera que consumir demasiado omega-6 promueve la inflamación.
Para el estudio, Ballard-Barbash y sus colegas observaron la relación entre la ingesta de omega-3 y la fatiga en 633 sobrevivientes de cáncer de mama.
En general, el 42 por ciento de las mujeres fueron consideradas «fatigadas» tres años después del diagnóstico, y el problema era más común en aquellas con mayores niveles en sangre de una proteína relacionada con la inflamación llamada CRP.
Las mujeres con más omega-3 en sus dietas tenían menos posibilidades de sufrir fatiga. De las mujeres que consumían más omega-3 en proporción con omega-6, al menos en parte a través de suplementos, alrededor del 23 por ciento eran consideradas fatigadas. Eso, comparado con el 49 por ciento de las mujeres que no usaban los suplementos y tenían la menor ingesta de omega-3 en relación con el omega-6.
Reuters Health