LONDRES (Reuters) – Un compuesto hallado en la cúrcuma, que está presente en el ingrediente común curry, podría demorar el daño en el hígado que conduce a la cirrosis, dijeron científicos el miércoles.
En un estudio publicado en Gut, una edición del British Medical Journal, científicos austríacos hallaron que alimentar a ratones con curcumina reducía los tipos de inflamación que pueden causar daño, bloqueos y heridas de las células hepáticas.
Estudios previos sugirieron que el compuesto, que da a la cúrcuma su color amarillo brillante, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ser útiles para luchar contra la enfermedad.
Otras investigaciones indicaron que puede suprimir los tumores y que las personas que comen mucho curry serían menos propensas a la enfermedad, pese a que la curcumina pierde sus atributos anticancerígenos rápidamente cuando se la ingiere.
El equipo austríaco quería investigar si la curcumina demoraba el daño causado por la enfermedad inflamatoria progresiva del hígado, incluyendo dos condiciones llamadas colangitis esclerosante primaria y cirrosis biliar primaria.
Ambas afecciones, que se pueden dar por fallas genéticas o una enfermedad autoinmune, provocan inflamación, bloqueo y cicatrices en el sistema de ductos biliares del hígado.
Esto puede provocar un importante daño de los tejidos y una cirrosis irreversible y fatal, explicaron los especialistas.
El equipo, liderado por Michael Trauner, de la división de Gastroenterología y Hepatología de la Universidad Médica Graz, en Austria, analizó muestras de tejidos y sangre de ratones con inflamación crónica del hígado antes y después de agregar curcumina a su dieta durante cuatro a ocho semanas.
Los investigadores hallaron que una dieta con curcumina reducía significativamente el bloqueo de los ductos biliares y limitaba el daño y las heridas de las células del hígado interfiriendo en las señales químicas involucradas en la inflamación.
Pese a que el estudio se halla en una etapa muy preliminar, los científicos dijeron que la curcumina parece atacar «diferentes partes del proceso inflamatorio» y podría ofrecer un «prometedor tratamiento en el futuro».
Investigadores estadounidenses dijeron en el 2007 que la curcumina ayudaba a estimular las células del sistema inmune en la enfermedad de Alzheimer.
.