Un estudio señala que los lentes de contacto y los tubos intravenosos encabezan la lista de artículos que causan viajes a la sala de emergencia.
LUNES, 26 de julio (HealthDay News/HolaDoctor) — Un estudio reciente señala que las lesiones causadas por lentes de contacto, tubos intravenosos y otros dispositivos médicos envían a más de 70,000 niños estadounidenses a las salas de emergencia cada año.
«El índice de lesiones por dispositivos entre los niños fue impulsado por algunas categorías de dispositivos», señaló el Dr. Cunlin Wang, epidemiólogo médico de la Oficina de Vigilancia y Biométrica de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos. «Setenta por ciento de las lesiones por dispositivos provienen de dispositivos oftálmicos, generales de hospital y ginecoobstétricos».
El informe aparece en la edición de agosto de Pediatrics.
Los investigadores revisaron información de una base de datos nacional para informar sobre lesiones. Se enfocaron en niños tratados en departamentos de emergencia por lesiones relacionadas con dispositivos médicos desde el comienzo de 2004 hasta el final de 2005.
El equipo informa que durante ese período de dos años, 144,799 de esas visitas tuvieron lugar en todo el país y cubrieron trece especialidades médicas. La mayoría de las lesiones se debieron a lentes de contacto (23 por ciento), seguidas por agujas hipodérmicas (8 por ciento).
Los tipos más comunes de lesiones fueron contusiones y abrasiones, intrusiones por cuerpos extraños, pinchazos, laceraciones e infecciones. Con más frecuencia, las lesiones afectaron el globo ocular, la región púbica, los dedos, la cara y las orejas.
Los investigadores hallaron que las lesiones más comunes en general se relacionaron con el daño de los lentes de contacto al globo ocular. Entre los niños pequeños, los problemas más comunes se deben a derivadores (dispositivos implantados que permiten el paso de fluidos dentro del organismo), tubos intravenosos, y tubos colocados en el estómago.
A medida que los niños pasaron del principio al final de la infancia, la frecuencia de lesiones relacionadas con dispositivos médicos se redujo. Sin embargo, aumentaron de nuevo después de los diez.
El equipo halló que para los niños de diez años o menores, los de sexo masculino tuvieron más probabilidades de resultar lesionados que las de sexo femenino, mientras que en el grupo de edad de 16 a 21, las niñas sufrieron más lesiones que los niños.
«Este estudio es un cálculo importante sobre las lesiones por dispositivos que tenemos en la población pediátrica», aseguró Wang, y anotó que antes de este estudio no existía tal cálculo, agregó.
Entre los dispositivos oftálmicos se encuentran lentes de contacto, anteojos y dispositivos para proteger los ojos. Entre los dispositivos generales de hospital se encuentran bombas de infusión, catéteres y hasta camas hospitalarias. Según el estudio, entre los dispositivos ginecoobstétricos se encuentran dispositivos anticonceptivos y lesión por exámenes vaginales.
Enfocar la atención en estas áreas específicas podría permitir reducir la cantidad de lesiones que sufrieron los niños por dispositivos médicos, aseguró Wang. «El alcance y la gravedad de eventos adversos relacionados con dispositivos subraya la necesidad de esfuerzos de prevención más intensos», escribieron él y sus colegas.
Un experto estuvo de acuerdo en que, entre los niños pequeños, gran parte de las lesiones por dispositivos se relacionan con tubos colocados en el estómago, derivadores y tubos intravenosos.
«Vemos algunos de esos a la semana», señaló la Dra. Valerie T. Thompson, profesora asistente de pediatría clínica, directora de división de medicina de emergencia pediatra y directora médica del departamento de pediatría de emergencia de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami.
Educar más es clave para controlar estas cifras, agregó.
«Necesitamos hallar una ventana de tiempo para educar a los padres» sobre los peligros de los dispositivos médicos y su uso seguro, aseguró Thompson.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Cunlin Wang, M.D., Ph.D., medical epidemiologist, Office of Surveillance and Biometrics, U.S. Food and Drug Administration; Valerie T. Thompson, M.D., assistant professor, clinical pediatrics, division director, pediatric emergency medicine, and medical director, pediatric emergency department, University of Miami Miller School of Medicine; August 2010 Pediatrics