Utilizar un teléfono móvil podría incrementar el riesgo a desarrollar ciertos tipos de tumores cerebrales y los usuarios deberían considerar formas de reducir su exposición, dijeron el martes expertos en cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un grupo de 31 científicos de 14 países reunido en la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS (IARC por su sigla en inglés) dijo que una revisión de todas las pruebas científicas disponibles sugería que el uso de celulares debería ser clasificado como «posiblemente cancerígeno».
La clasificación, que pone al uso de los teléfonos móviles en el mismo nivel de categoría de riesgo de cáncer de la IARC que el plomo, el cloroformo y el café, podría llevar al cuerpo médico de Naciones Unidas a revisar sus directrices sobre los celulares, dijeron los científicos.
Pero es necesario tener más amplitud e investigaciones detalladas antes de dar una respuesta más definitiva sobre cualquier vinculación que pudiera darse.
La OMS había dicho previamente que no había pruebas de una conexión entre el cáncer y los teléfonos móviles.
«Tras revisar básicamente todas las pruebas relevantes (…) el grupo de trabajo clasificó ciertos campos de radiofrecuencia electromagnética como posiblemente cancerígenos para los humanos», dijo en una sesión informativa Jonathan Samet, presidente de la IARC.
Samet reveló que algunas pruebas sugerían una conexión entre el uso de los teléfonos móviles y un incremento del riesgo de padecer glioma, un tipo de cáncer cerebral.
El empleo de celulares se ha aumentado drásticamente desde que fueron introducidos al mercado a mediados de la década de 1980, hasta cerca de 5.000 millones de móviles en uso actualmente en todo el mundo.
Y desde entonces se han convertido en un parte clave de la vida diaria, siendo usado por muchos para navegar por la web así como para conversaciones telefónicas, por lo que expertos de la industria dicen que una amenaza para la salud no detendrá su utilización.
En su lugar, los usuarios preocupados podrían optar por comprar más accesorios como audífonos para reducir los riesgos, dijo el analista de Avian Securities Matthew Thornton.
La decisión ha sido muy esperada por las compañías de telefonía móvil y grupos de campaña que han suscitado la preocupación sobre si los teléfonos móviles podrían ser perjudiciales para la salud.
Grupos de la industria intentaron restar importancia de inmediato a la conclusión de la OMS, señalando que la categoría de «posiblemente cancerígeno» también incluye a sustancias como algunas verduras y el café.
«Esta clasificación de la IARC no significa que los teléfonos móviles causen cáncer», afirmó John Walls, vicepresidente de relaciones públicas de la asociación de móviles CTIA, de Estados Unidos.
Walls señaló que grupo de trabajo de la IARC no ha realizado ninguna investigación nueva, sino evaluado estudios ya publicados.
Asimismo indicó que otros organismos reguladores como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) han determinado que «el paso de la evidencia científica no ha relacionado los teléfonos móviles con ningún problema de salud».
John Cooke, director ejecutivo de la Asociación británica de Operadoras Móviles, dijo que la IARC sólo ha encontrado la posibilidad de un peligro.
«Si representa o no un riesgo requiere más investigación científica», indicó en un comunicado.
ESTUDIOS PREVIOS NO SON CONCLUYENTES
La observación de la IARC llega tras un estudio publicado el año pasado que evaluó a casi 13.000 usuarios de teléfonos móviles durante 10 años y no pudo dar una respuesta clara sobre si los dispositivos móviles causan tumores cerebrales.
Otros estudios previos tampoco han logrado establecer una conexión clara con el cáncer, aunque un estudio estadounidense publicado en febrero indicaba que el uso de un teléfono móvil puede modificar la actividad de las células cerebrales.
El presidente de la IARC, Christopher Wild, dijo que es importante que se realicen más estudios, especialmente a largo plazo y sobre el uso intensivo de estos dispositivos.
«A la espera de disponer de esa información, es importante tomar medidas pragmáticas para reducir la exposición, como dispositivos manos libres o escribir mensajes de texto», agregó.
El director de medicina e ingeniería clínica del británico Royal Berkshire Hospital, Malcolm Sperrin, apuntó que cree que la posición de la IARC es adecuada porque refleja la «evidencia anecdótica de que los cánceres pueden ir asociados al uso de teléfonos móviles».
Aunque añadió que «es vitalmente importante comprender completamente que no hay una correlación definitiva».
Reuters Health