Hasta el 85 % de las mujeres que menstrúan usan tampones, pero se han investigado muy poco como para confirmar o refutar su seguridad. ¿Qué podría ser peligroso en un tampón?
Como señaló Alexandra Scranton, directora de ciencia e investigación de Women’s Voices for the Earth (WVE), los tampones «no son solo cosméticos comunes porque se utilizan en una parte del cuerpo de las mujeres que es extraordinariamente sensible y absorbente».
Por desgracia, la mayoría de los tampones están lejos de estar limpios, y cuando sus químicos entran en contacto con la piel, se absorben directamente en el torrente sanguíneo sin ningún tipo de filtro, por lo que llegan directamente a los órganos.
Es probable que el uso de tampones sea incluso más problemático que si una sustancia química entra en contacto con la piel externa, debido a que se utilizan dentro del cuerpo, lo que aumenta bastante la absorción de químicos tóxicos.
Además, los tampones se dejan puestos durante horas y durante varios días cada mes, lo que añade mucho tiempo de exposición acumulativa y algunas fibras quedan.
Si también usa otros productos para el cuidado femenino como toallitas, lavados, ducha vaginal o desodorantes femeninos tenga en cuenta que su nivel de exposición química aumenta aún más.
Lección de Biología: Porqué la Exposición Química Vaginal Podría Dañar su Salud
Los tejidos vaginales y vulvares son más permeables que el resto de la piel, lo que los hace especialmente vulnerables a los químicos y otros irritantes. Al tener membranas mucosas, múltiples vasos sanguíneos y vasos linfáticos, la vagina proporciona una entrada directa para que los químicos circulen a través del resto de su cuerpo. Según informó Scranton:
«De hecho, existe gran interés en los sistemas de administración de medicamentos vaginales porque la vagina es un sitio tan efectivo para transferir los medicamentos directamente hacia la sangre sin primero metabolizarlos».
La investigación ha demostrado que los productos químicos no solo se absorben y circulan rápidamente por el resto del cuerpo a través de la vagina, sino que algunos químicos, como las sustancias que imitan a las hormonas, podrían provocar «exposiciones superiores a las esperadas» en el resto del cuerpo.
Por ejemplo, una dosis de estradiol aplicada por vía vaginal produjo niveles sistémicos de estradiol de 10 a 80 veces más altos que los que resultan de la misma dosis administrada por vía oral. Otra cuestión preocupante se relaciona con los químicos que causan cáncer, cuya exposición directa a la vagina ha sido poco investigada.
Los Tampones Están Clasificados Como Cosméticos y NO Requieren Pruebas de Seguridad
Scranton es el autor de «Chem Fatale», un informe sobre los posibles efectos en la salud de los químicos tóxicos que hay en los productos para el cuidado femenino.
Debe saber que los productos para el cuidado femenino están clasificados como «cosméticos» en lo que a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos se refiere, y eso significa que no se requieren pruebas específicas para demostrar su seguridad.
En cambio, los fabricantes de los productos son responsables de garantizar la seguridad de su propia mercancía, lo que significa que a la hora de comprar artículos como toallitas húmedas o duchas femeninas realmente está a la merced de los fabricantes del producto.
Las excepciones son los tampones y toallas femeninas, que están regulados por la FDA como productos sanitarios. Por desgracia, los productos sanitarios no están obligados a revelar sus ingredientes a los consumidores, por lo que es muy difícil determinar qué es lo que realmente contiene un tampón común.
La mayoría de los tampones están hechos de algodón, rayón u otra celulosa de fibra, sin embargo, estos materiales pueden contener subproductos tóxicos de desinfección derivados del proceso de blanqueamiento con cloro, incluidas las dioxinas y furanos, así como los pesticidas del algodón no orgánico.
Los estudios demuestran que la dioxina se acumula en los tejidos grasos y, de acuerdo con un informe preliminar de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos, ¡las dioxinas son una amenaza grave para la salud pública y no tienen un nivel de exposición «seguro»! Los informes publicados demuestran que incluso los bajos niveles o rastros de dioxinas podrían estar vinculados a:
• Crecimiento de tejido anormal en los órganos del abdomen y órganos reproductivos
• Crecimiento celular anormal en todo el cuerpo
• Supresión del sistema inmunológico
• Interrupción del sistema hormonal y endocrino
La FDA ha declarado que aunque el blanqueado de la pulpa de madera llegó a ser una potencial fuente de dioxinas en los tampones, ahora se usan métodos sin cloro para blanquear y purificar la pulpa de madera que se utiliza en muchos tampones. La postura oficial de la Agencia es que no se esperan riesgos para la salud, asociados con cantidades mínimas de dioxinas en los tampones:
«Las innovadoras pruebas de los tampones y los materiales de los que están elaborados que pueden detectar incluso pequeñas cantidades de dioxinas han demostrado que los niveles de dioxinas se encuentran en o por debajo del límite detectable. No se espera ningún riesgo para la salud a partir de estas cantidades mínimas».
Se Detectaron Dioxinas, Pesticidas y Fragancias Químicas en los Tampones
La FDA recomienda que los tampones estén libres de dioxinas, incluyendo TCDD y TCDF, así como residuos de pesticidas y herbicidas. Pero esto solo es una recomendación, no un requisito. Como lo reveló el informe «Chem Fatale», las pruebas han demostrado que existen sustancias químicas tóxicas en los tampones, a pesar de las recomendaciones de la FDA:
• Un estudio del año 2002 encontró niveles bajos pero detectables de TCDF en las cuatro marcas de tampones que fueron analizadas
• Un estudio del 2013 detectó residuos de pesticidas en los tampones o.b. (la única marca analizada); los niveles fueron bajos (algunos tan mínimos como de 1 parte por millón), sin embargo, aún demuestran que hay cierta exposición (y muchos pesticidas se consideran posibles carcinógenos y disruptores endocrinos)
Si está usando tampones perfumados, tenga en cuenta que dichos productos pueden contener cualquiera de las casi 3 000 fragancias químicas que se emplean, e incluso los tampones sin aroma podrían contener muchos más productos químicos que las dioxinas y pesticidas.
Un análisis reciente de WVE, que adquirió documentos de patente pública en poder de Proctor & Gamble (el fabricante de Tampax y Always), demostró que los siguientes químicos podrían estar en sus tampones:
Guata de celulosa rizada | Polímeros obtenidos por pulverización |
Fibras endurecidas químicamente, fibras de poliéster, musgo y espuma | Envolturas y plastificación de tejidos |
Geles súper absorbentes y espumas de células abiertas | Miret-3-miristato (como lubricante) (Patente de los Estados Unidos Nº 5 591 123) |
Zeolitas naturales y sintéticas (como partículas absorbe olores) (Patente de los Estados Unidos Nº 5 161 686) | Etoxilatos de alcohol |
Ésteres de glicerol, polisorbato-20 (como surfactantes para dispersar la fragancia) | Agentes antibacterianos sin nombre (Patente de los Estados Unidos Nº 8 585 668) |
Productos químicos causantes del cáncer como: estireno, piridina, metil eugenol y Butilhidroxianisol (productos perfumados) | Ftalatos preocupantes (DEP y DINP) (productos perfumados) |
Almizcles sintéticos (posibles alteradores hormonales) (productos perfumados) | Numerosos alérgenos (productos perfumados) |
Se Han Revelado Posibles Peligros para la Salud de los Productos de Cuidado Femenino
Los tampones y toallas son el tipo de productos para el cuidado femenino más utilizados, pero un número significativo de mujeres también usa toallitas, lavados, duchas y más (entre el 10 y 40 % de las mujeres usan estos últimos productos, aunque las tasas aumentan significativamente entre mujeres afroamericanas y latinas).
Es importante comprender que por lo general la vagina se «autolimpia» y que la Asociación Americana de Salud Pública o el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos no recomiendan el uso de duchas vaginales (el último de los cuales también recomienda evitar el uso de tampones y toallas perfumadas, aerosoles y polvos femeninos).
De hecho, el uso de duchas vaginales se asocia con un aumento de las infecciones bacterianas. Además, como se mencionó, con frecuencia estos productos son impuros y, como tal, podrían representar una fuente constante de exposición a contaminantes químicos.
«Chem Fatale» reveló los siguientes riesgos potenciales para la salud, derivados de los productos químicos que podrían existir en los productos para el cuidado femenino:
Tampones Los ingredientes peligrosos podrían incluir dioxinas y furanos (del proceso de blanqueamiento con cloro), residuos de pesticidas y fragancias químicas desconocidas. Los peligros de la exposición incluyen cáncer, daño reproductivo, disrupción endocrina y erupciones alérgicas. |
Toallas Higiénicas Sus ingredientes peligrosos podrían incluir dioxinas y furanos, residuos de pesticidas, fragancias químicas desconocidas y sustancias químicas adhesivas, como el metildibromo glutaronitrilo. Los peligros de la exposición incluyen cáncer, daño reproductivo y alteración endocrina. Los estudios vinculan el uso de las toallas a erupciones alérgicas. |
Toallitas Femeninas Sus ingredientes peligrosos podrían incluir metilcloroisotiazolinona, metilisotiazolinona, parabenos, quaternium 15, DMDM hidantoína y fragancias químicas desconocidas. Las preocupaciones sobre esta exposición incluyen cáncer y trastornos endocrinos. Los estudios vinculan el uso de las toallitas con las erupciones alérgicas. |
Lavado Femenino Los ingredientes peligrosos podrían incluir fragancias químicas desconocidas, parabenos, metilcloroisotiazolinona, metilisotiazolinona, DMDM hidantoína, d&c rojo no. 33, ext. d&c violeta no. 2 y fd&c amarillo no. 5. Los peligros de su exposición incluyen disrupción endocrina, erupciones alérgicas y asma. |
Duchas Los ingredientes peligrosos podrían incluir fragancias químicas desconocidas y el espermicida octoxinol-9. Los estudios relacionan el uso de las duchas con vaginosis bacteriana, enfermedad pélvica inflamatoria, cáncer cervical, bajo peso al nacer, nacimiento prematuro, transmisión del VIH, enfermedades de transmisión sexual, embarazo ectópico, infecciones crónicas por levaduras e infertilidad. |
Desodorantes Femeninos (aerosoles, polvos y supositorios) Los ingredientes peligrosos podrían incluir fragancias químicas desconocidas, parabenos y cloruro de bencetonio. Las preocupaciones sobre su exposición incluyen daño reproductivo, disrupción endocrina y erupciones alérgicas. |
Cremas femeninas para la comezón Los ingredientes peligrosos podrían incluir fragancias químicas desconocidas, parabenos, metilisotiazolinona y un ingrediente activo, la benzocaína, que es un anestésico suave. Los peligros de su exposición incluyen disrupción endocrina, erupción alérgica y picazón sin aliviar. |
El Uso del Tampón y el Síndrome de Shock Tóxico (SST)
Los tampones pueden crear un ambiente favorable para el crecimiento de bacterias. Los micro desgarres en la pared vaginal causados por los tampones podrían permitir que las bacterias entren y se acumulen.
Un riesgo reconocido del uso de tampones es el síndrome de shock tóxico (TSS), que podría ser provocado tanto por toxinas venenosas de Staphylococcus aureus (estafilococo) o un streptococcus del grupo A (estreptococo).
El SST puede ser un padecimiento potencialmente mortal, por lo que es importante reconocer los signos y síntomas. Si manifiesta cualquiera de los siguientes síntomas mientras usa tampones durante su período, asegúrese de buscar ayuda médica:
• Fiebre alta repentina
• Vomito
• Diarrea
• Baja presión arterial
• Convulsiones
• Irritación en las palmas de las manos y plantas de los pies
• Dolores musculares
• Enrojecimiento de los ojos, boca y/o garganta
Para minimizar el riesgo de esta afección potencialmente mortal:
• Evite los tampones superabsorbentes, elija el índice de absorción más bajo para manejar su flujo
• Nunca deje un tampón introducido durante la noche; en su lugar use toallas nocturnas
• Cuando inserte un tampón, tenga mucho cuidado de no rasgar su revestimiento vaginal (evite los aplicadores de plástico)
• Alterne el uso de tampones con toallas sanitarias o protectores durante su período
• Cambie su tampón al menos entre cada 4 y 6 horas
• No use tampones entre períodos
Alternativas Más Seguras para el Cuidado Femenino
Muchos de los productos actuales de higiene femenina están hechos principalmente de pulpa y pelusa de rayón, viscosa y celulosa de madera… no de algodón–y mucho menos de algodón orgánico. El rayón y la viscosa presentan un peligro potencial que se debe en parte a sus fibras altamente absorbentes. Cuando se usan en tampones, estas fibras pueden adherirse a la pared vaginal y, al retirarlo, las fibras sueltas permanecen dentro del cuerpo, lo que aumenta el riesgo de SST.
Sin embargo, para ser claros, la FDA señala que los tampones hechos con rayón no parecen representar un mayor riesgo de SST que los tampones de algodón de absorción similar. El nivel de absorbencia es lo que parece tener la mayor asociación, los productos de mayor absorción están vinculados a un mayor riesgo de SST.
Afortunadamente, hay alternativas más seguras. Según el Dr. Philip Tierno, profesor clínico de Microbiología y Patología del Centro Médico de la Universidad de Nueva York, los tampones de algodón 100 % «constantemente obtienen resultados de niveles mínimos detectables de toxinas SST en las pruebas».
Busque siempre tampones con estas características:
• Libres de cloro y toxinas–Mantiene a las sustancias potencialmente peligrosas lejos de las partes más íntimas de su cuerpo.
• Libres de químicos sintéticos—Para tener una sensación más suave y menos plástica.
• Libres de pulpa y pelusa de madera–Transpirable, absorbente y también salva árboles.
• Hipoalergénicos y calmantes, sobre todo para aquellos con piel sensible.
Fuente original:
https://articulos.mercola.com/sitios/articulos/archivo/2017/11/15/tampones-cuidado-femenino.aspx